miércoles, 30 de junio de 2010

La oportunidad encontrada

Una de las didcultades más comunes que encuentran los profesionales que se encuentran trabajando con situaciones de conflicto es el fomento de la creatividad como instrumento de trabajo; por ello, en ocasiones es bueno fomentar el entrenamiento personal a través de trabajos destinados a desarrollar la perspectiva frente a una situación determinada. Una cuestión primera a tener en cuenta a la hora de trabajar con personas que se encuentran en situación de agobio, presión y/o problemática es reenfocar esa situación como una oportunidad buena que se ha encontrado para reconducir del mejor modo posible los pasos que se van a dar.
Esta reacción en el profesional supone oxígeno para las partes que tan sólo veían la dificultad de la situación en la que se encontraban; un ejemplo no muy lejano en el tiempo que pude atender partía de una ruptura sentimental de una pareja de hecho con un embarazo. El enfoque que las partes daban a esa situación era dramático y fatalista pues suponía la peor situación posible; nada más alejado de la realidad, si bien conocemos la realidad de las consecuencias inmediatas de una ruptura sentimental, ellos se encontraban en una situación priveligiada en el tiempo para poder organizar y coordinar su relación como padres de futuro para que ambos vieran cumplidos sus objetivos e intereses, lo único que debían hacer era dedicarle tiempo.
Este reposicionamiento respecto al conflicto de las partes es fundamental conseguirlo para poder trabajar esa situación y conseguir enocontrar ese punto común desde que el construir una historia común que nazca de la intención de las partes.

jueves, 24 de junio de 2010

Mismo camino, distintos objetivos

Curiosamente cuando la Escuela de Mediación Sevillana a la que tengo la suerte de pertenecer se propone proporcionar a los mediadores acciones encaminadas al fomento y desarrollo de habilidades en los procedimientos de resolución de conflictos, nacen ideas de lo más creativas y originales. Por ejemplo, se buscan ejemplos profesionales que ayuden a entender el camino a recorrer para conseguir el objetivo gestor del procedimiento de Mediación.
Un buen ejemplo de estos métodos de trabajo es la comparación entre el papel profesional del Clown y la Mediación; con ello, no quiero insinuar que el mediador pueda ser considerado un "payaso" para lograr que se consigan acuerdos. Pero si entendemos al clown como un profesional que intenta conseguir su objetivo a través de la naturalización de un problema,un conflicto o valiéndose de técnicas de empatización y comunicación, podemos entonces establecer vínculos de ejercicio profesional entre el mediador y el clown.
Del mismo modo se puede establecer una relación entre la actividad de un mago y la de un mediador; no sólo desde una óptica metafísica donde podríamos entender que los mediadores hacen magia cuando consiguen que personas enfrentadas traten sus problemas sino que cuando el mago establece una relación con su público (respetando los 5 puntos mágicos, generando interés en su público, incluyéndolos en su juego a través de la utilización de sus nombres, sus historias) podríamos tener una fuente de técnicas de la que poder "beber". Este modelo viene siendo defendido por el Director de la Escuela Sevillana de Medíación, D. Javier Alés, desde hace muchos años.
En definitiva son técnicas aplicadas a la potenciación de las habilidades personales y al entrenamiento individual cara al desarrollo de un proceso de gestión de conflictos que exije que el profesional que allí trabajo sea eficaz e inmediato en la aplicación de técnicas creativas para dinamizar el avance del caso y como consecuencia directa, el nacimiento de un acuerdo.

martes, 1 de junio de 2010

La oportunidad Perdida

Parece interesante dedicar unas líneas a la reflexión profesional acerca del momento oportuno, es decir, en el sistema actual de resolución de conflictos son muchas las oportunidades perdidas, en algunas ocasiones como consecuencia de la necesidad de atender a requerimientos exigidos por el procedimiento establecido, otras veces por la desazón que produce encontrarse en una situación que requiere un esfuerzo y compromiso para el que no quedan ganas. Por ello, la idoneidad del momento resulta ser una técnica necesaria en el campo de la resolución de conflictos: el momento en el que preguntar, el momento en el que ofrecer y la posibilidad de mediar.

Tanto es así, que en muchas ocasiones sólo con la práctica podremos conseguir cuadrar nuestro ejercicio profesional con las necesidades que debemos atender en el proceso de resolución de conflcitos. Para ello, deben ser estudiadas y/o pensadas varibales como:

- La situación de las partes.
- La información que se está utilizando.
- El contexto familiar/personal en el que nos encontramos.
- Viabilidad del Procedimiento.

Finalmente con ese estudio y dedicación conseguiremos que la intervención sea efectiva y, sobre todo, eficiente con lo relacionado con la resolución del conflicto que está justo encima de la mesa